Rehabilitación de un edificio modernista, la Torre Iris

Esta vivienda, que de hecho en su volumetría acoge a tres independientes, está declarada como Bien Cultural de Interés Nacional (BCIN). Obra del arquitecto modernista Manel Raspall, data del año 1910 y se ha considerado como la joya de la corona de las diferentes y abundantes obras modernistas del término municipal.

El paso del tiempo y un deficiente mantenimiento han abocado al edificio a una imagen gris y amorfa que contrasta con el brillo que debía haber tenido cuando fue construido.

A partir de esta situación y después de las conversaciones con la Dirección General del Patrimonio de la Generalidad de Cataluña, se ha llegado a dar paso a la licencia municipal para el arreglo integral del edificio, con la intención de recuperar sus valores e imagen original.

En este sentido, y en cuanto a su cromatismo, han sido claves las muestras de colores en unas baldosas dejadas por el arquitecto en una de las chimeneas del edificio. Estas muestras, junto con el estudio de los colores que hay debajo de la piel actual de las fachadas, han permitido llegar a un cromatismo bastante asimilable al original, y que, en todo caso, harán lucir el edificio rehabilitado.

La disposición de un sistema de alumbrado ornamental hará realzar, aún más, la imagen nocturna de la Torre Iris.

A nivel de intervención física sobre el edificio se desdobla en la actuación en la piel exterior azoteas y cubierta, y, por otra parte, la intervención en los espacios interiores del edificio.